Aumento del cortisol, clave en la aparición de acné vulgar 

El acné vulgar es la enfermedad inflamatoria de la piel más extendida en nuestra sociedad. Se manifiesta en forma de espinillas, puntos blancos, pápulas y granos, y sus causas han sido ampliamente estudiadas desde la antigüedad remota. ¿Se encuentra el estrés entre ellas?

Para cualquier especialista tratamientos acne en Vigo, los principales factores causantes de esta afección cutánea incluyen la sobreproducción de sebo, la actividad de la bacteria Cutibacterium acnes o la acumulación de grasa y células muertes obstruyendo los folículos pilosos.

Sin embargo, diversos estudios han demostrado que el cortisol juega un papel notable en la exacerbación de los síntomas del acné vulgar. Esta hormona esteroidea, comúnmente asociada al estrés y que recibe hasta su sobrenombre, se presenta como una respuesta antiinflamatoria del organismo ante situaciones de estrés mental y físico.

La secreción del cortisol corre a cargo de las glándulas suprarrenales y cumple, en principio, una función beneficiosa. Sin embargo, el estrés y ansiedad continuos provocan que tenga efectos inesperados. Así, la producción constante de cortisol puede alterar un sinfín de procesos de nuestro organismo: desde la microbiota intestinal hasta la regulación de colágeno y otras proteínas.

Cabe imaginar que un efecto secundario del exceso de cortisol es, precisamente, el desequilibrio de los andrógenos, presentes en hombres y en mujeres. Como resultado, las situaciones estresantes activan las glándulas sebáceas situadas en la dermis, agravando los síntomas del acné vulgar.

De confirmarse este origen hormonal, el acné se tratará no sólo con geles y productos de limpieza facial, sino también con medidas encaminadas a rebajar los niveles de estrés en el afectado.

Conviene destacar que el estrés no siempre es negativo, pues este sentimiento se presenta de dos formas: (1) el disestrés o estrés negativo, que se presenta con la ansiedad y el bloqueo emocional, y (2) el euestrés o estrés positivo, más parecido al nerviosismo de ciertas situaciones sociales no perjudiciales.