¿Crees que regalar un anillo a tu pareja tiene que implicar una petición de matrimonio? Pues nada más lejos de la realidad. Los anillos, tanto de hombre como de mujer, pueden ser un buen regalo sin tener nada que ver con una petición de matrimonio. Regalar en San Valentín el anillo corazón gucci, por ejemplo, será entendido como un gesto romántico muy bonito, pero claramente no es una petición de matrimonio.
Pero, además, todo depende de cómo se haga el regalo. Si se regala un anillo por un cumpleaños o un aniversario y se hace el regalo con la misma naturalidad que cualquier otro, no va a ser interpretado como algo diferente a lo que es. Una petición implica un escenario bien escogido y un pequeño ritual, que suele pasar necesariamente por verbalizar la petición. Para evitar malos entendidos, se puede acompañar el regalo de un “Feliz cumpleaños” o “Feliz aniversario” que deje todavía más clara la ocasión del agasajo.
No solo la forma en la que se hace el regalo marca la diferencia, también lo hace el tipo de anillo. Los anillos de compromiso son un tipo de sortija muy especial, que suele estar adornada con piedras preciosas, principalmente con diamantes. Esto no quiere decir que no puedan ser de otro tipo, pero no se va a tratar de una sortija informal o de un anillo bonito y elegante, pero sin la presencia clásica de uno de compromiso que no deja lugar a la duda.
En cualquier caso, si se quiere dejar todavía más claro que no se trata de una petición de mano, se puede optar por un estuche de anillo y pendientes a juego, ya que eso no deja lugar a ningún tipo de mala interpretación y ni el novio o novia con más ganas de casarse podrá usarlo de excusa para crear una situación que pueda ser algo incómoda.
De todas las maneras, si de verdad crees que tienes que tomar todas estas precauciones para que tu pareja no malinterprete tu mensaje, tal vez deberías de plantearte realizar otro tipo de regalo que no te ponga las cosas tan difíciles. O, incluso, plantearte si en tu relación de pareja ambos miembros camináis en una misma dirección, ya que si la otra parte espera una petición de matrimonio y tú tratas de evitar que piense que se ha producido, es obvio que algo falla y que no estáis yendo a un mismo ritmo.