Si tu balcón tiene balaustre de hierro forjado y ya tiene un tiempo, es posible que veas como el tiempo ha dejado huella en el metal y este comienza a oxidarse o incluso tiene ya pequeños agujeros. Es el momento de darle una nueva vida renovándolo y evitando que la corrosión continúe estropeándolo hasta que ya no sea posible un arreglo y haya que comprar un nuevo balaustre, con lo que esto conlleva económicamente, no solo por la compra en sí, también por la instalación.
Empezaremos por ir a una tienda donde podamos comprar pinturas galvaproa y pediremos un producto especial para aplicar en este tipo de balcones. Se trata de un producto que evita que tengamos que lijar todo el óxido del metal, con el correspondiente desgaste del mismo y el esfuerzo que conlleva. Se aplica como si fuera un barniz y penetra a fondo en el óxido haciendo que este pare de avanzar. Solo tendremos que pasar la lija en aquellos sitios en los que haya abultamientos que pueden quedar feos a la vista.
Una vez hecho esto, solo queda pintar con la pintura correspondiente. Hay que tener cuidado al hacerlo ya que para que todo quede perfecto lo mejor es aplicar la pintura con pistola. Pero esto no todo el mundo sabe hacerlo, por lo que debemos pedir a los profesionales que nos aconsejen si aplicar la pintura con pincel o recurrir a los sprays, con resultados similares a una pistola.
Los sprays son lo más indicado cuando no se trata de grandes balaustres, ya que resultan caros si se tienen que comprar muchas unidades. En cualquier caso, hay que quitar el balaustre y aplicarlo sobre el suelo, con cartones o plásticos para proteger, ya que la pintura puede acabar depositada en otros sitios en los que no nos interesa que esté.
Si vivimos en una casa unifamiliar, podemos elegir el tono que más nos guste para nuestro hierro forjado. Pero si vivimos en una comunidad de vecinos, seguramente no se nos permita hacer esta variación porque va a afectar al aspecto de la fachada de la vivienda. Si quieres cambiar el tono, lo mejor es que hables con el administrador de la propiedad para que te confirme si es posible o si, por el contrario, debes de comprar el tono que ya tiene el hierro para conservar la imagen original del edificio.