Aprendizaje relámpago: ¿cuáles son los beneficios del ‘bootcamp’?

Los bootcamps son un tipo de formación intensiva que permite adquirir competencias clave en el mundo digital. Adoptan un enfoque pragmático y especializado y tienen una duración de ocho semanas a varios meses, dependiendo del curso. Dado que se enfocan en competencias relacionadas con la tecnología o el marketing, es lógico que el bootcamp programación online figure entre los más demandados.

La palabra boot camp significa «campo de entrenamiento básico» y se desarrolla inicialmente en la Marina estadounidense. Posteriormente, se adopta en un sentido figurado en el mundo del fitness de los años noventa, antes de dar el salto al sector de la programación.

En solo diez años, los coding bootcamps se han expandido desde EEUU al resto del mundo como una solución ágil y práctica, pensada para los perfiles tecnológicos. Permite construir un portfolio rápidamente o adquirir conocimientos especializados en un periodo de tiempo mínimo, sin invertir años en formación universitaria.

Los bootcamps se caracterizan por su fuerte orientación al mercado laboral. La teoría suele brillar por su ausencia en la tabla de contenidos de estos programas, más centrados en instruir sobre el uso de herramientas, técnicas, etcétera, actuales.

Su carácter intensivo no implica que los bootcamps condicionen el día a día de sus postulantes. La mayor parte de estos cursos pueden realizarse a distancia o de forma presencial, lo que garantiza un plus de flexibilidad. Su precio tampoco es excesivo, y su rentabilidad está fuera de duda, al abrir la puerta a mejores oportunidades en el mercado laboral.

Además, la decisión de cursar un bootcamp puede impulsar la carrera profesional de sus estudiantes, al obtener certificaciones y reconocimientos de empresas reputadas (Google, AWS, etcétera). Como sucede en la formación especializada, el alumno entra en contacto con otros profesionales del sector en que desea incursionar, lo que en cierto modo fomenta el networking.